29 de febrero de 2008

Actividad "Cultural"

Ayer por la tarde-noche, según salía de clase quedé con un compañero de clase canario (curiosamente llamado Aitor) y con nuestra profesora (Dina) en ir a ver un Open Stage, que viene a ser que el que se anima se sube al escenario y canta, actúa o cuenta lo que le viene en gana. Era en la Universidad de Toronto, que es preciosa pero no pude sacar buenas fotos al ser de noche (ya iré de día), pero la velada resultó un fraude.

Llegamos y apenas había 5 o 6 chicos y nosotros tres. De esos chicos uno se subió y tocó un par de canciones y otro hizo un minimonólogo no demasiado bueno, antes de irse todos, así que decidimos que lo mejor era irse a otro lado más entretenido. Así que Dina nos llevó a un local de jazz bastante chulo en el que resultó que estaba actuando Stevie Vallance, presentando su último disco.

¿Que no sabéis quien es Stevie Vallance? Ok, nosotros tampoco, pero había como un par de fotógrafos profesionales haciendo fotos y bastante gente en el local para comprar el CD. Dina nos dijo que le sonaba el nombre y que debe de ser una cantante bastante conocidilla por aquí (aunque va un poco de diva). El caso es que nosotros nos hicimos una foto con ella por si acaso (pero de comprar el CD nada).

Por lo demás estuvimos charlando y echándonos unas risas antes de irnos a casa. Además, le pedimos a uno de esos fotográfos profesionales que nos sacará una foto, pero con mi cutre-cámara. Por supuesto le indicamos que solo tenía que presionar el botoncito cuando nos tuviese bien encuadrados, e incluso nos repitió la foto por si acaso.

Cena Koreana

Pues nada, otra vez que me fui de cena con la escuela. Esta vez tocaba disfrutar de los manjares de la comida koreana y, como cada vez que la cena es un poco exótica, apenas fuimos 5 alumnos (3 de ellos koreanos, por supuesto) y la coordinadora de las actividades.

La carta no era muy amplia y solo tenían, según nos explicaron los alumnos koreanos, distintos tipos de sopas y distintos tipos de arroz. Ahora se porque están todos tan delgados. Yo, por supuesto, me pedí un arroz con verduras que tenía buena pinta, y mientras esperábamos nos sirvieron un té verde (para ir haciendo hambre supongo).

Para empezar nos pusieron unos aperitivos típicos koreanos, que no sabría a ciencia cierta decir que eran, pero no estaban malos. Tampoco eran para tirar cohetes, ni para compararlos con las tapas españolas, pero se dejaban comer.

Luego nos trajeron los platos principales y los koreanos me recomendaron que le echara una salsa picante al arroz y la verdad es que le dió muy buen sabor. Del arroz supe adivinar que llevaba calabacín, berenjena, huevo y algo de carne. Lo demás me lo comí y punto (fuese lo que fuese).

Al principio intenté comermelo con los típicos palillos, pero la tarea se hizo harto pesada y viendo que los demás, que estaban tomando sopa con la cuchara, avanzaban más que yo, desistí en mi empeño y me lo acabé comiendo con la cuchara también.

La cena no fue la mejor de la historia de las cenas, pero estuvo bien y es curioso ver un poco las costumbres de otras culturas. Creo que la siguiente será brasileña pero no estoy seguro. Ya os contaré.

Un Paseo Por Toronto

El día después del esquí aprovechamos que hacía un día soleado para dar una vuelta por Toronto (soleado pero -5º). Estuvimos viendo el City Hall, que es donde se ubica la sede del ayuntamiento de la ciudad, y uno de los edificios más característicos de por aquí. Además se notaba que hacía buen día porque delante había una pista de patinaje y estaba hasta la bandera.

Nos juntamos mis amigas (María y Fran), la chica de Venezuela (Carolina) y el compañero de piso de María que es belga (Dani). Dimos un paseo hasta el lago, disfrutando de que por un día nuestra sombra se reflejaba en el suelo. Allí descubrimos otra pista de patinaje (deben estar de moda), pero esta bastante mas bonita que la otra porque estaba al lado del lago y además estaba presidida por la CN Tower.

Para terminar nos fuimos a cenar a una creperia y estuvimos charlando un buen rato (sobre todo en inglés debido al chico belga) sobre como nos tratan nuestras respectivas familias aquí. La conclusión fue que la chilena, la venezolana y yo somos afortunados, porque a Dani y María les trataban bastante mal. Y digo trataban porque ambos han cambiado esta semana de familia y, según me han contado, para mejor.

Yo, de momento, no tengo queja, así que seguiré comiendo comida filipina un par de meses más.

Dia De Snowboard

El sábado pasado nos fuimos a esquiar a Snow Valley que es una estación pequeñita que esta como a una hora de camino desde Toronto. Más o menos como Valdesquí de Madrid, solo que aquí el viaje es plano, sin subidas, y de repente hay un monte donde han puesto unos cuantos telesillas y apañao. Eso si, las vistas desde el telesilla con muy chulas.

Las pistas no son muy grandes y para mí se me quedan pequeñas para esquiar, así que decidí hacer snowboard. Nos dieron una clase de aprendizaje pero entre que solo fue una hora y que eramos como 25 personas, apenas aprendí nada, porque solo nos enseñaron lo básico y eso yo ya lo sabía. Aún así luego tuvimos bastante tiempo libre que aproveché para tirarme unas cuantas veces por mi cuenta y practicar un poquillo. Estuvo divertido y por lo menos pude quitarme el "mono" del esquí un poco.

Al final de la tarde, cuando empezaba a caerme más de lo normal, tuve la maravillosa idea de no seguir esquiando. Que ya sabemos todos lo malas que son las últimas bajadas (sobre todo en el Xanadú). Además ya había conseguido suficiente cansancio para dormir esa noche como un bendito (y así lo hice).

20 de febrero de 2008

Viaje A Montreal

Ya estoy de vuelta del fin de semana largo que hemos tenido por aquí, durante el cual le he hecho una visitilla a Pablo. Aquí una foto del paisaje desde el tren:

El viernes salí sobre las 3 de la tarde de Toronto, y tras 5 horas de viaje llegué a mi destino: Montreal. Allí me esperaba Pablo, un poco harto porque se había retrasado el tren y porque se le había acabado la batería del iPod (y no, no se ha cortado aún las rastas).


Fuimos a su casa a dejar mis cosas, cenamos y nos fuimos a tomar algo con un par de amigos suyos (Ralph y Shanna). Entonces comprendí que Montreal está un poco más al norte que Toronto: creo que nunca he pasado más frío que esa noche, especialmente en las piernas que era lo único que no tenía protegido. Para colmo, había olvidado el pijama por lo que tuve que dormir en gayumbos y la cama estaba más helada que cualquiera en Muñana en invierno.

Al día siguiente fuimos con Shanna y otra amiga de Pablo (de la cual no logró recordar el nombre) a ver el Biodôme, que viene a ser como el Faunia de Madrid, pero aquí el frío y la nieve están fuera y dentro tienen los ecosistemas cálidos y animales exóticos. También vimos un insectario lleno de bichos curiosísimos y el estadio olímpico de Montreal.


Por la noche íbamos a salir a cenar, pero estuvimos tomando algo a media tarde y, debido también al frío que hizo el sábado, preferimos quedarnos en casita charlando. Allí nos juntamos un canadiense (James, el compañero de piso de Pablo), una americana (Shanna), un alemán (Ralph) y dos españolitos, hablando todos, por supuesto, en inglés.

El domingo nos fuimos a la montaña de Montreal, que es más bien lo que es España denominamos un monte, pero es que por aquí no abundan las altitudes si no son rascacielos. Estaba todo nevado, pero lo malo fue que nos liamos en la subida y acabamos en el cementerio de la ciudad, que no estaba mal, pero era un poco aburrido.

Luego fuimos a tomar unos bocadillos de pollo que hacen en un sitio de por aquí que están buenísimos y a descansar un poco a casa. Por la noche Pablo me llevó a un sitio a probar una de las especialidades culinarias de Quebec: la Poutine. No deja de ser una comida rápida a base de patatas fritas con queso y una salsa un poco extraña, pero se podían pedir con más cosas y estaba bueno.

El domingo salimos de casa con la mochila ya preparada y nos recorrimos media ciudad andando para ver la parte vieja, que es de estilo más francés que el resto de la ciudad (más americanizada). También vimos el Chinatown de allí (aunque es mejor el de Londres) y la zona de rascacielos que es por donde estaba la estación donde tenía que coger el tren.

Después de eso poco más. Otras 5 horitas en tren hasta Toronto, 40 minutos más en metro hasta mi parada, 10 minutos de caminata hasta casa, y cansancio suficiente para caer rendido hasta el día siguiente. Lo único malo es que ahora ando un poco constipado, pero seguro que fue por el aire acondicionado del tren y no por el frío que pasé en Montreal.

14 de febrero de 2008

Al Cine

Lo primero pedir perdón por no haber escrito durante esta semana, pero es que he estado más ocupadillo por los deberes de la escuela (bueno, y un poco más vaguete para escribir), a parte de que ya voy entrando en una rutina de clases que no tiene mucho que contar.

De todas formas el sábado pasado fui al cine con mis amigas a ver una película, en inglés por supuesto. Queríamos ver la nueva de Bardem ("No country for old men"), pero empezaba muy tarde, así que terminamos eligiendo la típica comedia romántica que, además de tener mejor horario, iba a ser más fácil de entender, ya que era nuestra primera película aquí. Elegimos "Over her dead body", que no pasará a los anales de la historia del cine, pero estuvo entretenida por lo menos.

Al salir del cine nos fuimos a tomar algo con otra chica venezolana de la escuela, y allí nos juntamos también con otros venezolanos, una colombiana y una brasileña. Y, a pesar de que pueda parecer una reunión demasiado "latina", estuvo bien porque estuvimos hablando todo el rato en inglés entre nosotros. Alguna vez alguno se atascaba, decía la palabra que no le salía en español, otro se la traducía y continuábamos charlando en inglés.

He de reconocer que al principio estaba un poco reacio a este tipo de reuniones, pero la verdad es que estuvo bastante bien. Incluso me di cuenta de que voy ganando más fluidez en mi inglés (aunque no sean frases demasiado complicadas), y que no soy el que menos sabe de los alumnos (ni mucho menos, jeje).

La parte mala fue que a medianoche me percaté de que me había dejado las llaves de casa en casa, así que no tenía nada para abrir la puerta. En seguida llamé a Lori y le dije que lo sentía, eso lo primero, y que si me podía dejar las llaves en algún sitio para cuando llegase. Me dijo que no pasaba nada, que la volviese a llamar cuando llegase que ella me abría la puerta, así que así lo hice. Por supuesto le volví a pedir perdón mil veces más, aunque luego me dijo que le vino bien porque estaba teniendo una pesadilla y la desperté con mi llamada.

Por lo demás aquí sigue como siempre, nevando cada 3 o 4 días y haciendo fresquillo (el domingo hizo unos -15º, con sensación de -30º), pero ya no se me olvidan las llaves.

8 de febrero de 2008

Cena Colombiana

El miércoles hubo otra cena cultural, esta vez en un restaurante colombiano. Y se notó. En vez de ir 7 u 8 personas como al etíope, esta vez fuimos unas 20 personas, siendo la mayoría de ellos colombianos, por supuesto.

Aunque llegar no fue fácil porque, como ya adelanté en el post anterior, había nevado bastante y continuaba nevando. Os dejo una foto de como caía según íbamos al restaurante, aunque no se ve mucho la calle, pero se aprecia como caía. De hecho tuvimos que bajarnos de un autobús que nos llevaba hasta el colombiano porque resbalaba y no podía continuar, y hacer el final del camino a pie sobre la nieve.


El colombiano bien. Esta vez cada uno tenía su plato propio y yo me pedí una bandeja que traía un poco de todo (ver foto). Llevaba carne, un huevo frito, arroz, torreznos, judías, aguacate y no se qué de maíz, además de una empanada pequeñita que ponían al principio. Un poco pesado para cenar, pero estaba bueno y no costó mucho: 15 dolares (unos 10 euros), aunque los colombianos decían que era muy caro.


Yo ya le he propuesto a la coordinadora de las actividades ir algún día a cenar a un restaurante español. No por morriña de la comida española (que también un poco, porque aquí apetece cocido todos los días), sino por comparar que tal se hace por aquí y eso. Pero ya me ha dicho que va a estar difícil, porque no hay muchos restaurantes españoles por aquí y los que hay son un poco caros para los bolsillos de los estudiantes. En fin, de momento creo que el próximo que toca es koreano a final de mes.

Por último añadir que toda la pesadez de la comida la logré rebajar de vuelta a casa. Para coger el autobús que va hacia mi casa tuve que andar como 15 minutos por la nieve (de la acera ojo!), que cansa bastante. Pero he descubierto que hice una compra buenísima con las zapatillas que me "agencié" antes de venir, porque de momento no calan nada de nada.


Como no había parado de nevar en todo el día, cuando llegué a casa, a eso de las 21, me encontré el coche de Lori con una capa de nieve impresionante (ver foto debajo), y eso que debió haberlo aparcado sobre las 16. Hice también una foto con mi mano metida en la capa de nieve para que os hagáis una idea de lo que había.



Por la noche continuó cayendo y a la mañana siguiente había 10 centímetros más de nieve. La parte buena es que ya no da apenas tiempo a que se haga barrillo. La mala es que hoy viernes está cayendo otra vez despacito (aunque se ve un poco el sol a ratos) y que mañana caerán otros 5 cm. Menos mal que me gusta la nieve, que sino....

6 de febrero de 2008

Cosas Curiosas

Tras la primera semana escribiendo más, supongo que sería porque al principio todo es novedad, esta semana estoy mas tranquilo con el blog, pero aprovecharé para contaros algunas de las cosas que me han llamado la atención de por aquí.

A parte del tiempo, que hoy ha vuelto a nevar toda la noche y nos hemos despertado con unos 15 cm. de nieve (aunque se esperan entre 20 y 30 a lo largo del día), aquí llama mucho la atención la diversidad que hay. Hay muchos sudamericanos (de todos los países), hay filipinos y demás orientales, hay bastantes italianos, griegos, africanos, etc. En fin, que hay de todo un poco.

La parte buena es que hay una variedad culinaria extraordinaria. Hay restaurantes de todas las nacionalidades posibles, y si el otro día toco cocina etíope, hoy toca colombiana (ya pondré fotos). La parte mala es la cantidad de acentos diferentes de inglés que te puedes encontrar, pero no es muy grave.

Otra cosa curiosa es que como aquí están a medio camino entre los anglosajones (USA) y el estilo de vida continental europeo (Quebec y la parte francófona), tienen un batiburrillo enorme con las medidas. La mayoría de las cosas están en grados centígrados, en kilómetros por hora y en centímetros, pero de vez en cuando te encuentras cosas en pulgadas, pies o millas por hora. En fin, supongo que estarán acostumbrados.

Por último mencionar que la gente es tan amable y respetuosa por aquí, que hay un alto número de gente que está como una cabra. Empezando por "mendigos" que te puedes encontrar en cualquier sitio, y acabando por los conductores de los tranvías que, como no tienen ni volante que girar, se aburren mucho.

El otro día uno empezaba a hablar por un microfonillo que tienen y decía: "por favor, pasen hacía el fondo del tranvía y mientras a su izquierda podrán ver la CN Tower y a su derecha un poco de nieve que queda de la última nevada caída". A ver si logro entenderles más porque deben dejar cada perla...

Y el domingo pasado, según íbamos a jugar al fútbol, se montó en el autobús un tipo de metro noventa travestido, con una sonrisa en la boca y se sentó al lado nuestro. No pasó nada, por supuesto, pero me alegré mucho de no ir en el autobús con Javier, Pablo o Luis, pues seguro que su curiosidad les hubiese hecho señalar al tipo y preguntarme que porque iba así vestido si no era carnaval.

Para terminar, decir que en la escuela me han contado que por el metro circula también gente bastante curiosa. Como uno que se montó en el vagón, dejo su maleta en el suelo y empezó: "bien clase, sacad todos el cuaderno y abridlo por la página 42. Hoy veremos los tiempos verbales...", y empezó a dar la lección. Yo el metro no lo suelo usar, pero voy a tener que empezar a frecuentarlo. Puede ser divertido.

4 de febrero de 2008

Fin De Semana

Este fin de semana no he parado. El sábado por la mañana fui a hacer snowboard con Ryan, pero fue un verdadero chasco, ya que es una pista muy pequeña y los fines de semana solo pueden alquilar material los que dan cursos.


Al resto no nos dejan hasta las 3 de la tarde, así que yo no pude esquiar. El pobre Ryan tampoco pudo porque había faltado a 3 de las 4 clases que se compone su cursillo, y no le dejaron ir con el resto de la clase porque la retrasaría al no haber progresado tanto como sus compañeros. En fin, que la mañana echada a perder en esta minipista.


Por la tarde, sin embargo, fuimos a la fiesta de cumpleaños de Samantha, que es la hermana de unos amiguetes de Ryan, que cumplía 4 años. Lo mas curioso de la fiesta (totalmente filipina), es que los padres de los niños invitados se tiraron toda la tarde cantando canciones en inglés y en filipino en un karaoke que tenían.


Me dijeron que si quería cantar, dije que no me atrevía en inglés y alguien recordó que también tenían canciones en español (cachis). De todas formas la mayoría eran canciones sudamericanas que no conocía, así que me escaqueé y no canté.

El domingo logré hacer mi primera colada con éxito (lavado + secado), me compre una tarjeta SIM para el móvil para poder llamar aquí sin que me roben (si alguien quiere mi número para llamarme, que me lo pida por mail).

Por la tarde, nos fuimos Ryan y yo a jugar al fútbol. Bueno, yo a jugar y él a mirar. Estuve jugando una especie de fútbol sala con mas estudiantes de la escuela, y les tuve que enseñar un poco a jugar al fútbol. Bueno, la verdad es que los tres que mejor jugábamos íbamos en el mismo equipo y se notaba. Además los contrarios eran casi todos "chinorris" que se iban al suelo en cuanto los tocabas (y a veces sin tocarlos).

En fin, que acabe lo suficientemente cansado como para hoy estar aún poco somnoliento. Supongo que los lunes son lunes en todos los sitios (gran bostezo).

1 de febrero de 2008

El Tiempo

Bien, hoy os voy a contar como es el tiempo por aquí. Cuando aterricé con el avión, por las ventanillas ya se podía ver buena parte de las calles nevadas y estaba cayendo una ligera nevada, pero en cuanto salí por la puerta del aeropuerto ya no caía nada. La temperatura era más o menos como puede ser en Alpedrete cualquier día al anochecer, unos cero grados y perfectamente soportable.

El miércoles sin embargo empezó a hacer algo más de frío y tuve que tirar de todo mi arsenal de complementos (véase bufanda, guantes y gorro), ya que el termómetro marcaba -10ºC y había una sensación térmica de -17ºC. Todo esto siempre según la tele y, aunque hacia bastante frío, yo creo que no debíamos estar a esos niveles.

Ayer jueves hubo otra vez un clima más "templadito", volviendo a estar en torno a los cero grados. Apenas me hizo falta usar gorro y guantes, si bien es cierto que mis recorridos desde el transporte a casa y a la escuela apenas superan los 100 metros.

Pero desde ayer anunciaban que venía la primera tormenta de nieve de 2008 para hoy, y ha debido estar nevando toda la noche porque esta mañana esto es lo que veía nada más salir por la puerta de casa:


Efectivamente hoy hay una tormenta de nieve y hay entre 10 y 15 cm de nieve por todos los lados. Todo esta precioso, pero los coches van a 20 km/h y los peatones nos resbalamos un poco al andar, aunque he visto a un par de intrépidos montando en bici.

Desde la acera de enfrente, donde cojo cada día el bus para ir a la escuela, se ve mi la puerta de mi casa. En la foto no se aprecia muy bien, pero es una puerta verde entre la tienda del cartel morado que pone La Moda y la tienda del cartel amarillo y letras rojas. Según entras por ahí se sube unas escaleras y la vivienda está en el piso de arriba.


Con esta nevada también me he dado cuenta porque las paradas de autobús están tan cerca unas de otras: porque como tengas mucho trayecto hasta tu parada o tengas que esperar mucho te puedes quedar en el sitio enterrado. La parte mala es que hoy el autobús no ha podido llegar hasta la parada donde me bajo yo habitualmente y he tenido que coger el metro en otra parada (por cierto, como el metro de Madrid, ninguno). Lo bueno es que al salir he podido sacar esta otra foto:


Bueno, de momento va a estar nevando todo el día hasta media noche según han avanzado en las noticias, así que yo feliz de la vida. Lo único malo es que empieza a hacerse barrillo según se van pisando las calles:


Por hoy nada más. Bueno sí, decir que ya he comprado los billetes de tren para ir a ver a Pablo a Montreal, y que el sábado probablemente vaya a hacer snow con Ryan a una miniestación de esquí de dos pistas que tienen aquí montada en un parque que debe ser como una cuarta parte del Retiro, y que el domingo iré a jugar "soccer" con gente de la escuela (supongo que con sudamericanos la mayoría).

Os mantendré informados.