29 de abril de 2008

Visita De Pablo

El fin de semana antes de partir, vino a visitarme Pablo desde Montreal, y nada más bajarse del autobús me presentó a un chico que había conocido durante el viaje y que era nada más y nada menos que de Navalmoral. Por supuesto conocía Madrigal y los Cristos.

Después de despedir al chico este, nos fuimos al hostal que habíamos reservado a dejar el equipaje, y de ahí a dar una vuelta por el centro de Toronto, pero sobre todo por el PATH, que son los túneles subterráneos que recorren todo el centro, ya que estaba lloviznando. En resumen, que el sábado por la tarde apenas hicimos nada más que cenar y tomar una cerveza.

El domingo, sin embargo, el día amaneció muchísimo mejor y pudimos recorrer gran parte de la ciudad sin problemas. Visitamos la universidad de Toronto, la parte del lago, el Skydome, la CN Tower (solo por fuera), y alguna que otra cosa más. La verdad es que nos dimos una buena caminata.

Por la tarde fuimos a casa de Lori por dos motivos: para que Lori y Ryan le conocieran y para asistir a la fiesta que había allí dado que era el cumpleaños de Ryan y no podíamos faltar. Otro cumpleaños filipino, esta vez sin karaoke, pero lleno también de comida y de niños corriendo de un lado para otro. Estuvimos cenando, viendo como Ryan soplaba las velas de la tarta y poco más, ya que era domingo y al día siguiente había trabajos y colegios, así que no nos recogimos muy tarde. Por cierto, alucinaron con las rastas de Pablo y no paraban de preguntarle si eran falsas, porque no se creían que pudiesen ser tan largas (esto no se lo leáis a la abuela).

Ya el lunes terminamos de visitar lo que nos faltaba por ver, como el museo de Ontario (que es mejor la estación de metro que el propio museo), el parlamento de Ontario, la galeria de arte, el ayuntamiento nuevo y el viejo, el Salón de la Fama del hockey y, por fin, la CN Tower por dentro.
Allí echamos un buen rato mirando por los ventanales y leyendo los datos y los records (absurdos) que se habían batido en la torre. También debido a que ya habíamos visto todo y aún faltaban 4 horas para el partido de los Raptors que era el último evento de la visita (acabó de descubrir que las fotos buenas de la Torre las tiene Pablo en su cámara, así que imagino que ya las colgará él en su blog).

Ante la necesidad de hacer tiempo antes de que empezase el partido, encontramos varios motivos de entretenimiento, ninguno de ellos satisfactorio: intentamos buscar la entrada de jugadores para hacernos una foto con Calderón, pero no fue posible; estuvimos sentados un rato en la estación de al lado del pabellón, pero no nos echaron monedas; fuimos a jugar a las actividades de entretenimiento que ponen a la entrada del pabellón, pero no estaban abiertas aún. Vamos, que nos aburrimos un poco, aunque luego ya abrieron las atracciones y estuvimos echando unas canastas, tirando a una portería de hockey, haciéndonos la foto de "Fans oficiales del partido" y chusmeando en la tienda oficial, pero no compramos ni unas miseras manos de gomaespuma porque era todo carísimo.

Al final vimos el partido y Toronto ganó a Miami sin pena ni gloria, pero Pablo ha querido contribuir altruistamente a la edición de este blog con su propia crónica del partido (la cual suscribo completamente):

"Rompetechos me tiró una cerveza que había pagado como si fuera 'Moet et Chandon' y por la que tuve que enseñar el carnet, la gente no paraba de comer pizza y otras guarrerías y la tía de al lado y su novio no dejaron de levantarse en todo el partido. Además, repartieron premios para todos menos para nosotros. Pero bueno, lo pasamos bien, y para muestra véase la foto."

Al final poco más, cenamos y le acompañe a la estación de autobuses donde cogió el último que le llevó plácidamente de regreso hasta Montreal.

10 de abril de 2008

"Let's Go Raptors"

Lo primero decir que sí, que aquí tienen un único cántico para todos los equipos de la ciudad, que consiste en decir "Let's go", que viene a ser como "Vamos", y añadir el nombre del equipo en cuestión (Marlies, Blue Jays o Raptors). Bueno, al menos en el baloncesto también gritan de vez en cuando "Defence" (defensa), que ya cambia un poco la entonación (pero se echa de menos a la Demencia con sus cánticos).

Al principio, por supuesto, himnos estadounidense y canadiense, pero esta vez con karaoke en el marcador. Porque estos americanos lo hacen todo a lo grande, y un partido de baloncesto es un puro espectáculo de entretenimiento con actuaciones, concursos y demás farandulería. Y además ponen a unos cuantos muchachos en medio que se tiran unas canastas entre evento y evento.

Tenían animadoras que bailaban, un concurso en el que un chico lanzaba a canasta desde unos puntos de Air Canada y, si anotaba, se llevaba el premio que estuviese escondido en cada punto (o algo así), otro de cajas como el del programa que presenta (o presentaba, no se) Jesús Vázquez, pero en versión reducida, otro de uno que podía ganar 100.000 dolares si metía una canasta desde el centro del campo (falló, claro), y alguna cosa más que ahora mismo no recuerdo.

Además tenían animadores por las gradas que tiraban camisetas de otro patrocinador (casi logro coger una), la mascota haciendo monerías por la pista (que era lo más gracioso), y el acicate de que si los Raptors pasaban de 100 puntos todo el mundo tenía una ración de pizza gratis en Pizza Pizza, que es el "Telepi" de por aquí, pero un poco peor inclusive (de hecho yo no canjeé mi entrada).



En resumen, que no hubo tiempo para el aburrimiento y se hizo bastante más ameno que el hockey y el béisbol, así que repetiré el lunes que viene con Pablo que va a venir este fin de semana a comprobar si la lluvia aquí es diferente que en Montreal.

Ah, por cierto, ganaron los Raptors, pero al final del partido no "salieron los toreros". Serán siesos...

"Let's Go Blue Jays"

El domingo pasado tocó partido de béisbol en el Rogers Centre (o Skydome). La verdad es que el estadio ese es impresionante por dentro, aunque desde luego no se llenó y había muchos huecos libres, pero hubo ambiente. Una pena que no abriesen la cubierta porque podía haber estado bien. Además hacía buen tiempo, pero bueno.

Jugaron los Toronto Blue Jays contra los Boston Red Sox, y esperaba que fuese a ser más aburrido, pero empezó bien porque el saque de honor del partido lo hizo José Manuel Calderón (después de levantarnos y escuchar los pertinentes himnos de Estados Unidos y Canadá). Al principio fue un poco tedioso, porque en las dos primeras entradas (veces que batean los dos equipos) no consiguieron ninguna carrera, pero luego empezaron a hacer "home-runs" (sacar la pelota del terreno de juego) y la cosa se animó. Incluso la última entrada estuvo emocionante, porque Boston podía haberle dado la vuelta al marcador, pero al final ganaron los Blue Jays por 7 carreras a 4.

En fin, que tragarse un partido béisbol de 3 horas era una cosa que había que hacer ya que estábamos aquí, así que ya nos podemos morir "tranquilos".

4 de abril de 2008

Cena Brasileña

Debió haber sido la semana pasada, pero los estudiantes que están estudiando durante un semestre o durante todo el año, que son la mayoría, estaban de vacaciones y la cena brasileña se pospuso para esta semana.

Pero hubo algún que otro pequeño cambio, como que la coordinadora de las actividades no vino porque estaba mala y en su lugar vino la secretaria de la escuela, que también es de Brasil, pero que anda un poco en Babia. El caso es que se fueron sin nosotros y nos tocó ir por nuestra cuenta, previo descubrimiento de donde estaba el restaurante, aunque llegamos a tiempo para cenar con todos, que esta vez vino mucha gente (entre 20 y 25).

La comida estuvo bien, pero fue muy parecida a la colombiana, siendo el plato típico que nos recomendaron los estudiantes brasileños una especie de plato combinado compuesto por carne, arroz, patatas, farofa, judías (que no aparecen en la foto porque las trajeron después en un cuenco a parte) y un poco de ensaladilla. También probamos, por supuesto, la famosa caipirinha brasileña.

La verdad es que no se recordará como la mejor cena de todas (aunque si mejor que la española, por supuesto), así que después de eso poco más, vuelta a casa y a dormir que al día siguiente había que madrugar.

3 de abril de 2008

"Let's Go Marlies"

El sábado pasado fui a ver un partido de hockey sobre hielo, cita obligada siendo este el deporte nacional en Canadá. La única pega es que ir a ver al equipo oficial, los Toronto Maple Leafs, es muy difícil (aunque lo intentamos), así que nos tuvimos que conformar con ir a ver al segundo equipo: los Toronto Marlies. En resumen, que viene a ser como ir a ver al Real Madrid "B" a la Ciudad Deportiva.

Aun así estos juegan también en un pabellón bastante grande y, como buenos americanos, lo convierten en puro espectáculo, con animadoras, pantallas con las repeticiones, concursos en los descansos, música a todo volumen y, por supuesto, la puesta en pie para escuchar el himno de Canadá (mirando a la bandera a ser posible) antes de empezar.

No conocíamos todas las reglas, pero más o menos nos enteramos de lo que pasaba. La verdad es que el hockey es un deporte bastante dinámico y entretenido, aunque demasiado salvaje algunas veces, ya que apenas hay faltas y casi se permite hacer de todo. Al final ganaron los Marlies 6 - 1 contra Manitoba en un partido bastante cómodo, en el que dominaron durante todo el encuentro. Posiblemente lo más aclamado del partido fue una pelea que hubo ya casi al final, en la que uno de los árbitros tuvo que tumbar a un jugador de Manitoba que se iba directo a por otro de Toronto. Pude grabarlo en vídeo, y aunque la calidad no es muy buena, se intuye al final que el árbitro tira al suelo a uno de ellos para pararle los pies y luego este se va medio cabreado (tiró los guantes por medio de la pista antes de abandonarla).



El próximo evento deportivo será este domingo que acudiremos al inicio de la temporada de béisbol al Sky Dome (que espero que haga buen tiempo y abran el techo), que es donde juegan los Toronto Blue Jays, pero sospecho que va a ser bastante más tedioso y aburrido que el hockey. Ya os contaré.